En el cierre del año, la figura de Edgar Contreras, un cirujano plástico señalado por múltiples denuncias de mala praxis y violaciones éticas, vuelve a estar en el centro de la polémica tras la muerte de Pamela Almar, una joven que se sometió a una serie de procedimientos quirúrgicos bajo su supervisión.

Según los familiares de Pamela, ella acudió a Contreras para una reducción de senos, pero terminó sometida a otras intervenciones no autorizadas. Su condición se deterioró 12 días después de la operación, resultando en su fallecimiento. Este trágico caso se suma a una lista de víctimas asociadas a las prácticas de Contreras, quien desde 1998 ha sido señalado en más de 25 querellas por negligencia, mutilaciones y muertes.

Historial Controvertido Edgar Contreras perdió su licencia médica en 1999 tras la muerte de la periodista Isabel Vargas. Sin embargo, ha continuado operando de forma irregular durante años. Investigaciones de la periodista Nuria Piera han documentado un patrón de negligencia médica, incluyendo múltiples cirugías simultáneas en un solo paciente, algo desaconsejado por profesionales del área.

Reacción de Salud Pública El Ministerio de Salud Pública anunció recientemente el cierre de la clínica de Contreras y la investigación de su personal. Sin embargo, esta acción llega tardíamente y no responde al cuestionamiento de cómo una persona sin licencia operaba abiertamente.

Llamado a la Responsabilidad Ciudadana Expertos advierten que la elección de un médico debe basarse en una rigurosa evaluación de credenciales y reputación. El caso de Contreras es un llamado de atención para pacientes que, en busca de economizar, arriesgan su salud y vida al confiar en personas sin habilitación profesional adecuada.

A medida que cierra 2024, este caso subraya la necesidad urgente de reformas en la supervisión de la práctica médica y la aplicación estricta de sanciones contra quienes operan al margen de la ley.