El gobierno de Estados Unidos se enfrenta a un inminente cierre parcial debido a la falta de consenso en el Congreso, con la fecha límite para un acuerdo fijada para esta noche. La posibilidad de un cierre ha generado gran preocupación por las graves consecuencias que podría traer consigo.
Miriam Marías, corresponsal en Washington, informó que las negociaciones entre los líderes de ambos partidos están en curso, pero la discordia persiste. “El líder de la Cámara Baja, Mike Johnson, afirmó que están intentando encontrar una solución. Sin embargo, el tiempo es el principal obstáculo, ya que para evitar el cierre es necesario que al menos dos tercios del Congreso lleguen a un acuerdo”, señaló Marías.
¿Cómo llegamos a esta situación?
Hace unos días, el Congreso presentó un acuerdo bipartidista que habría extendido los fondos federales hasta el 14 de marzo. Este plan también incluía ayuda económica para agricultores y zonas afectadas por huracanes, además del primer aumento salarial para miembros del Congreso en más de una década. Sin embargo, la propuesta fue rechazada tanto por el expresidente Donald Trump como por republicanos de la extrema derecha, quienes consideraron inaceptable el aumento salarial y otras medidas.
En respuesta, los republicanos propusieron una versión revisada del plan que eliminaba el aumento salarial y suspendía el techo de la deuda por dos años, una medida altamente controvertida. A pesar de ello, el plan fracasó en la votación de anoche, con casi todos los demócratas y 38 republicanos votando en contra.
Consecuencias de un posible cierre
Un cierre parcial de gobierno, aunque sea temporal, tendría un impacto significativo. Cientos de miles de trabajadores federales no esenciales serían enviados a casa sin sueldo, mientras que aquellos que continúen trabajando no recibirían su paga hasta que se restablezcan los fondos. Además, podrían generarse demoras en programas sociales, alimentarios y en puntos de control como los aeropuertos, especialmente en plena temporada de viajes de fin de año.
Marías destacó que algunos sectores, como el seguro social, no se verán afectados directamente. Sin embargo, los viajeros podrían enfrentar largas filas debido a la reducción de personal en la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), un escenario que evoca las dificultades de cierres anteriores.
¿Qué sigue?
Si no se llega a un acuerdo esta noche, los efectos podrían comenzar a sentirse a partir del lunes. Los legisladores tendrían el fin de semana para intentar resolver la situación antes de que las consecuencias se intensifiquen. Con las festividades de fin de año a la vuelta de la esquina, muchos esperan que esto acelere las negociaciones para evitar mayores molestias.
“El cierre de gobierno afecta a todos, pero especialmente en esta época del año, no es lo que la gente necesita”, concluyó Marías. Los ojos del país están puestos en el Congreso, en espera de una solución antes de la medianoche.