La violencia en Haití ha alcanzado nuevos niveles de horror con un ataque incendiario al Hospital Bernard Meff, un centro hospitalario de referencia en el país. El hospital, que se había destacado por brindar asistencia médica a todos sin distinción, fue incendiado por miembros de la coalición de bandidos VIPAM, un grupo armado que ha sembrado caos en varias zonas del país. El ataque, ocurrido el 17 de diciembre de 2024, es considerado un golpe devastador para el sistema de salud de Haití, especialmente porque el hospital había sido creado con inversión privada para atender a la población vulnerable.

El hecho se produce en un contexto de creciente inestabilidad política y social en Haití, donde los bandidos han intensificado sus acciones violentas, causando temor y desplazamiento entre los ciudadanos. La situación ha provocado una ola de indignación, tanto dentro de Haití como en la comunidad internacional, que observa con preocupación el avance de estos grupos armados que siguen desbordando las capacidades del gobierno haitiano.

La noticia fue confirmada por el periódico haitiano Le Nouvelliste, que describió el hospital como una “tacita de oro” en el sector salud, y lamentó profundamente el ataque. Este nuevo acto de violencia refuerza la preocupación por el descontrol de la situación en Haití, que sigue siendo un desafío para la región.

Mientras tanto, desde la República Dominicana, el canciller Roberto Álvarez ha estado trabajando en propuestas diplomáticas sobre la crisis haitiana, que se presentó como un tema clave durante la reciente puesta en circulación de su libro La Diplomacia Dominicana ante la Crisis Haitiana 2024. Sin embargo, la violencia desbordante y la falta de soluciones inmediatas ponen en duda los esfuerzos diplomáticos en un contexto de crisis humanitaria que no cesa.