En medio de crecientes tensiones geopolíticas, Rusia ha emitido una nueva amenaza hacia Polonia, señalando que podría atacar una base militar estadounidense en el país europeo. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, advirtió que las instalaciones militares occidentales, como la base de defensa antimisiles recientemente inaugurada en Polonia, están en la lista de “objetivos potenciales” para Rusia.

La advertencia se produjo poco después de que Estados Unidos pusiera en funcionamiento una nueva base de defensa antimisiles en Polonia el 13 de noviembre, como parte de sus esfuerzos por reforzar la seguridad en la región fronteriza con Rusia. Zakharova calificó esta instalación como una acción “profundamente desestabilizadora” y señaló que las medidas tomadas por la OTAN son vistas por Rusia como una escalada significativa en la confrontación balística entre ambas potencias.

“Estas acciones podrían ser abordadas con ataques, si es necesario”, declaró Zakharova durante una rueda de prensa semanal, generando alarma en la comunidad internacional. La portavoz rusa también mencionó que la apertura de la base de misiles antimisiles en Polonia podría tener repercusiones en el equilibrio de seguridad global.

Este nuevo desarrollo se produce en un contexto de crecientes fricciones entre Rusia y Occidente, tras la invasión rusa de Ucrania, y en medio de acusaciones mutuas sobre el uso de armas nucleares y la guerra estratégica. Además, Rusia ha manifestado su frustración con la situación de los impagos del gas y las sanciones impuestas por Occidente, lo que ha intensificado aún más las tensiones.

La posibilidad de un ataque a la base en Polonia marca una escalada peligrosa en el conflicto y podría tener consecuencias devastadoras para la seguridad en Europa. Los líderes occidentales, por su parte, siguen de cerca la evolución de los acontecimientos, mientras las autoridades polacas y estadounidenses han reforzado las medidas de seguridad en la región.