Cada 25 de noviembre, el mundo se une para alzar la voz contra una de las mayores injusticias de nuestra época: la violencia hacia las mujeres. Este día no es solo una fecha en el calendario, sino un llamado urgente a reflexionar y actuar frente a una problemática que afecta a millones de mujeres en todos los rincones del mundo.

En lo que va de este año, las cifras de feminicidios y actos de violencia de género siguen siendo alarmantes. Detrás de cada número hay una vida apagada, sueños rotos y familias marcadas por el dolor. Muchas de estas tragedias se producen en el entorno más cercano, donde la violencia doméstica se convierte en una trampa que parece imposible de escapar.

Sin embargo, la violencia no es inevitable; es el resultado de desigualdades estructurales, de la normalización del control y del abuso, y de la falta de acciones efectivas para proteger a las víctimas. Por eso, este día es una oportunidad para exigir justicia, para romper el silencio y para promover una cultura de igualdad y respeto.

Es fundamental que las mujeres que enfrentan estas situaciones sepan que no están solas. Servicios como la línea de emergencia *212 del Ministerio de la Mujer en República Dominicana están disponibles para brindar apoyo y rescate en momentos críticos. Cada esfuerzo, cada mano extendida y cada denuncia presentada es un paso hacia la protección de la vida y los derechos de las mujeres.

La violencia contra las mujeres no solo destruye vidas individuales, sino que limita el desarrollo de comunidades enteras. En este día, recordemos que la lucha por erradicarla es responsabilidad de todos. Eduquemos, denunciemos, apoyemos y, sobre todo, comprometámonos a construir un mundo donde la violencia de género sea cosa del pasado. Porque cada mujer merece vivir libre de miedo, con dignidad y en igualdad.