Escuder explicó que la compra de un inmueble, aunque asegura la propiedad al Estado, requiere un presupuesto significativo que, en el actual contexto de déficit fiscal, solo sería posible mediante un préstamo. Este endeudamiento generaría gastos adicionales de interés, amortización, mantenimiento y seguro, que terminarían costándole al Estado más de RD$13,9 millones para un espacio de 3,927 metros cuadrados en la Torre Vista 311, en Bella Vista.
En cambio, el modelo de alquiler representa una opción más asequible y, a largo plazo, beneficiosa para los contribuyentes. Los pagos de alquiler se destinan a fondos de inversión inmobiliaria, en los cuales participan las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Esto significa que el dinero de los contribuyentes retorna a sus cuentas individuales de capitalización en forma de rentabilidad, en lugar de quedarse en manos del Estado. Además, el flujo financiero generado contribuye al ahorro de los ahorristas institucionales y los trabajadores dominicanos.
Escuder subrayó que el costo del alquiler es inferior al pago mensual necesario para adquirir la propiedad. Además, con este modelo el Estado evita inmovilizar recursos en bienes inmuebles y puede destinarlos a inversiones en infraestructura y servicios esenciales para el crecimiento económico, como carreteras, escuelas y sistemas de agua potable.