El diputado Eugenio Cedeño describió como “interesante” la reciente propuesta del primer ministro haitiano, Alix Didier Fils Aimé, de entablar un “diálogo fraternal” entre Haití y la República Dominicana. Sin embargo, Cedeño enfatizó que cualquier avance en esta iniciativa dependerá de que Haití asuma la responsabilidad de documentar adecuadamente a sus ciudadanos.

“Es un paso positivo hacia la cooperación, pero nuestro país no puede seguir recibiendo personas sin nombre y sin apellido”, declaró. “Ese es el problema: nos invade gente que no tiene ni un papelito de chicle para identificarse, y eso es grave”.

Un diálogo en medio de la crisis

La propuesta haitiana surge en un contexto de crisis marcado por la violencia, la pobreza y la inestabilidad política en Haití. Según Fils Aimé, el objetivo del diálogo sería priorizar los derechos de los migrantes y buscar un enfoque conjunto para abordar los desafíos que enfrenta la región.

Sin embargo, Cedeño destacó que la República Dominicana ha cargado con un peso desproporcionado debido al flujo migratorio descontrolado. En ese sentido, subrayó la urgencia de reforzar el control fronterizo y establecer reglas claras para garantizar una migración ordenada y documentada.

Opiniones divididas

El llamado al diálogo ha generado reacciones mixtas en el ámbito político y social dominicano. Mientras algunos consideran que la propuesta es una oportunidad para mejorar las relaciones bilaterales y abordar problemas comunes, otros temen que el proceso no traiga resultados tangibles si Haití no cumple con su responsabilidad de regularizar a su población.

El diputado Cedeño enfatizó que, aunque la República Dominicana está dispuesta a cooperar, no puede seguir asumiendo sola las consecuencias de la crisis haitiana. “La solución debe ser compartida, y Haití debe dar el primer paso documentando a su gente”, concluyó.

La propuesta de Haití será evaluada en las próximas semanas, y se espera que las autoridades dominicanas definan su postura oficial al respecto.