El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, estuvo presente este martes en el lanzamiento de la nave Starship de SpaceX, acompañado por el magnate Elon Musk, en la base de lanzamiento ubicada en Boca Chica, Texas. Este evento marcó el sexto intento de la compañía por poner en órbita la Starship, una aeronave diseñada para revolucionar los vuelos espaciales y llevar a la humanidad a la Luna y Marte.

El evento estuvo rodeado de expectación, aunque, a pesar de las altas expectativas, el regreso exitoso de la nave al sitio de lanzamiento no se concretó, y la nave terminó cayendo en las aguas del Golfo de México. Sin embargo, los avances tecnológicos demostrados por la Starship durante la prueba fueron significativos, particularmente en el control de su parte superior para el regreso atmosférico, lo que dejó claro que la nave sigue superando importantes barreras tecnológicas.

Trump, que desde su victoria en las elecciones presidenciales de noviembre ha mantenido una cercana relación con Elon Musk, mostró su apoyo al ambicioso proyecto de SpaceX. En sus redes sociales, Trump destacó la magnitud del lanzamiento y expresó su admiración por Musk y su equipo: “Me dirijo al Gran Estado de Texas para ver el lanzamiento del mayor objeto jamás elevado, no solo al espacio, sino simplemente levantándose del suelo. ¡Buena suerte a Elon Musk y a los Grandes Patriotas involucrados en este increíble proyecto!”, escribió en su plataforma Truth Social.

En Fotos | Donald Trump y Elon Musk presencian lanzamiento de cohete de  SpaceX

El evento no solo fue un testimonio del crecimiento de SpaceX, sino también de la estrecha relación entre Musk y Trump, quienes han sido aliados en varios frentes, especialmente en temas de innovación y tecnología. En los últimos meses, Musk ha sido una figura clave en el entorno político de Trump, y se especula sobre su posible influencia en el futuro gobierno.

Desde principios de 2023, SpaceX ha realizado una serie de pruebas con la Starship, con el objetivo de perfeccionar las capacidades de la nave para hacerla reutilizable, lo que permitiría reducir los costos de los vuelos espaciales y acercar a la humanidad a la posibilidad de viajar a otros planetas. A pesar del tropiezo en esta última prueba, la visión de Musk sigue firme, con el objetivo de llevar personas a la Luna y, eventualmente, a Marte, en los próximos años.

El evento también se dio en un contexto de creciente interés en la exploración espacial, con preguntas sobre la posibilidad de que pronto los ciudadanos puedan unirse a estos viajes.