La Corte Penal Internacional (CPI) emitió este martes órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant, acusándolos de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad relacionados con la guerra en Gaza. Asimismo, el tribunal emitió órdenes similares contra altos funcionarios del grupo Hamas, señalados como responsables de acciones violentas contra civiles.

Acusaciones contra líderes israelíes y Hamas

La CPI acusa a Netanyahu y Gallant de haber privado intencionalmente a la población de Gaza de alimentos, agua potable, medicinas, combustible y electricidad, agravando una crisis humanitaria en la región. Estas acciones, según el tribunal, constituyen violaciones graves al derecho internacional humanitario.

En paralelo, las órdenes también alcanzan a líderes de Hamas, entre ellos uno de los presuntos autores intelectuales del ataque del 7 de octubre, cuya muerte en un ataque aéreo israelí en septiembre aún no ha sido confirmada por el grupo.

Rechazo de Israel y desafíos legales

El tribunal rechazó una moción presentada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel en septiembre, que argumentaba que la CPI no había permitido a Israel investigar internamente las acusaciones, cuestionando la jurisdicción de la corte sobre el caso.

Israel, que no es miembro de la CPI, calificó las órdenes como un acto politizado y reiteró que no reconoce la autoridad del tribunal. Esto plantea interrogantes sobre el impacto práctico de las órdenes de arresto, ya que su ejecución depende de la cooperación internacional.

La emisión de estas órdenes refleja un aumento en el escrutinio internacional sobre el conflicto en Gaza y los actos cometidos por ambas partes. Si bien la CPI enfrenta limitaciones para hacer cumplir estas decisiones, su intervención envía un mensaje de que las violaciones graves a los derechos humanos no quedarán impunes. La comunidad internacional sigue de cerca la evolución de este caso, que podría tener implicaciones significativas para el equilibrio de poder y la dinámica del conflicto en la región.