En la Plaza 26 de Julio, conocida por su carga histórica, se realizó un acto simbólico de protesta contra Bartolomé Pujals, encabezado por el activista Guanchi Comprés.
La protesta denunciaba un contrato de alquiler de 1,400 millones de pesos aprobado por Pujals, que según los organizadores, podría haberse destinado a construir un edificio estatal en lugar de ser un gasto innecesario. Durante el acto, se realizaron disparos simbólicos con huevos contra una foto de Pujals, se encendieron velas y se expresaron mensajes de rechazo por lo que consideran un acto de corrupción.
Comprés afirmó que la protesta es un llamado a la transparencia y la rendición de cuentas. El evento reunió a ciudadanos que exigieron una investigación sobre las presuntas irregularidades.