Ryan Wesley Rudd, de 58 años, sospechoso del intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump, compareció ayer en una corte federal de Florida, donde se reveló su largo historial criminal. Durante la audiencia, los fiscales presentaron dos cargos en su contra: posesión de un arma de fuego, siendo un delincuente convicto, y posesión de un arma con el número de serie borrado.
Rudd, quien fue descrito por sus vecinos como alguien inesperado para cometer tal acto, residió durante décadas en Carolina del Norte antes de mudarse a la comunidad costera de Cagua, en la costa oeste de Oahu, Hawái. Sus vecinos expresaron sorpresa al enterarse de las acusaciones en su contra, describiéndolo como una persona tranquila y dispuesta a ayudar.
Sin embargo, las autoridades destacaron que Rudd tiene antecedentes penales significativos, incluido un juicio en 2002 por posesión de un arma de destrucción masiva en Carolina del Norte. Además, se ha reportado que Rudd era un ferviente defensor de Ucrania, viajando en varias ocasiones a ese país y manifestando su deseo de luchar y morir allí.
Durante la audiencia, Rudd declaró que ganaba alrededor de $3,000 al mes, aunque no cuenta con propiedades importantes. Su hijo, en una declaración a CNN, expresó su desconcierto sobre los cargos y afirmó que no reconoce en su padre a una persona capaz de algo así.
La próxima audiencia de fianza para Rudd está programada para el 23 de septiembre, donde se podrían agregar nuevos cargos, incluido el de intento de asesinato. De ser declarado culpable, Rudd podría enfrentar hasta 15 años de prisión por los cargos relacionados con armas de fuego, y cinco años adicionales por otros delitos.