En un nuevo pronunciamiento, Irán ha afirmado que el grupo militante Hezbollah, respaldado por Teherán, saldrá victorioso en su confrontación con Israel. Este mensaje fue reiterado por el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, quien destacó que los ataques a los comandantes de Hezbollah no debilitarán al grupo. Este discurso se produce en un contexto de creciente tensión en el Líbano, donde más de medio millón de personas están evacuando sus hogares ante el temor de un conflicto regional más amplio.
Mientras tanto, la situación se complica aún más con el reciente comentario del canciller de Irán, quien advirtió que si Israel decide ampliar su ofensiva por tierra, Irán intervendrá para apoyar a Hezbollah. Este incremento en la retórica se produce en un momento en que los países vecinos de Líbano también están expresando preocupaciones sobre la posibilidad de una guerra regional, lo que ha llevado a un clima de alarma en la región.
En el marco de esta creciente inestabilidad, se han producido ataques recientes contra Israel desde Irak, donde milicias alineadas con Irán llevaron a cabo una ofensiva. Aunque no se reportaron víctimas, este incidente resalta la complejidad del panorama geopolítico en el Medio Oriente, donde las alianzas y los conflictos se entrelazan, intensificando la incertidumbre sobre el futuro de la región. La tensión entre Israel e Irán sigue siendo un foco de preocupación, especialmente dado el papel que juega Teherán en el apoyo a diversos grupos militantes en la zona, y su relación con potencias como Rusia, que también buscan fortalecer sus intereses en el contexto de la guerra en Ucrania.