En un dramático día en la corte de Manhattan, Hope Hicks, la primera asesora cercana y confidente de Donald Trump, testificó frente al tribunal mientras el expresidente observaba intensamente desde la sala. Hicks, quien ocupó cargos clave en la campaña presidencial de 2016 y en la Casa Blanca, admitió haber sentido nervios durante su comparecencia, especialmente bajo la mirada firme de Trump.
Por primera vez, Trump se vio limitado en su testimonio por una orden de restricción, aunque no dejó de criticar a los fiscales y al proceso judicial. Según la fiscalía, Hicks buscó desesperadamente evitar que salieran a la luz las acusaciones de infidelidad de Trump después de que se filtrara la cinta de Access Hollywood, en la que se jactaba de tocar a mujeres sin su consentimiento.
El contrainterrogatorio de Hicks causó aún más drama en la sala, especialmente cuando se le recordó el apoyo laboral que recibió de la familia Trump. Sin embargo, su testimonio dio un giro inesperado cuando reveló que Trump valoraba profundamente la opinión de su esposa Melania y no quería dañar la reputación de su familia.
Esta declaración podría tener un impacto significativo en el caso, según expertos legales no afiliados al proceso, ya que sugiere que Trump actuó para proteger su relación matrimonial más que para influir en el resultado de la campaña electoral de 2016.
Las acusaciones contra Trump de conspiración para influir en las elecciones de 2016 mediante pagos a mujeres con quienes supuestamente tuvo relaciones extramatrimoniales han sido negadas por el expresidente, quien se ha declarado inocente de los 34 cargos en su contra.
Las sanciones impuestas a Trump por violar la orden de restricción aún están pendientes de confirmación. Este es un caso que sigue evolucionando y que mantiene a la opinión pública en vilo mientras continúa el juicio.



