En un preocupante giro de los acontecimientos, cientos de manifestantes se apostaron en las afueras de la residencia de la presidenta del recinto en el campus de la Universidad George Washington, como parte de una protesta por la negativa de la administración a negociar con ellos. Los motivos exactos de la protesta no han sido confirmados oficialmente, pero se especula que podrían estar relacionados con demandas estudiantiles sobre diversos aspectos académicos y administrativos.

La situación se tornó aún más tensa cuando la policía intervino para desmantelar los campamentos y dispersar a los estudiantes, utilizando la fuerza en algunos casos. No se ha proporcionado información sobre posibles lesionados o detenciones, pero testigos presenciales informan sobre el uso de la fuerza policial para disolver la protesta.

El incidente no fue aislado, ya que situaciones similares se registraron en otros campus universitarios, como en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde uniformados tomaron medidas similares, desmantelando carpas y sillas utilizadas por los manifestantes.