En una reciente emisión del programa “El Zol FM”, se abordó el caso de Yennely, una joven asesinada por su propia amiga en Cotuí. La trágica noticia resalta una dolorosa realidad que nos obliga a cuestionar “cómo llegamos a estos extremos”.

La joven, apenas de 18 años, perdió la vida tras ser apuñalada por su amiga de 21 años, Ammy Hiraldo Peña. Más que un simple acto violento, este crimen sugiere indicios de planificación, dejando a la sociedad preguntándose qué lleva a una persona a cometer tal atrocidad contra alguien a quien se supone considera amiga.

Las reflexiones compartidas en el programa destacan la necesidad de abordar estas situaciones con seriedad. No se trata simplemente de un caso aislado o de “mala conducta”, sino de un problema que refleja aspectos más profundos de nuestra sociedad.

Asimismo, mencionaron lo que decía el psicólogo Robert Merton, que la conducta antisocial es “provocada”, por la disparidad en el acceso a oportunidades legítimas para alcanzar objetivos culturales. Esta teoría nos lleva a examinar no solo la conducta individual, sino también el entorno social y las presiones que pueden influir en ella.

Es fundamental reconocer que estos trágicos eventos no son anomalías, sino parte de una realidad en la que debemos convivir. La vida posmoderna trae consigo crisis inadvertidas que pueden llevar a alteraciones en la conducta humana, y es tarea de la sociedad buscar respuestas adecuadas para abordar estas situaciones.

El caso de Yennely nos confronta con una verdad escalofriante: la violencia entre amigos es una realidad que no podemos ignorar. Es momento de reflexionar sobre cómo podemos prevenir tragedias como esta y crear un entorno más seguro y compasivo para todos.

Familiares piden justicia

La noche del pasado miércoles, la comunidad de Cotuí, en la provincia Sánchez Ramírez, quedó conmocionada tras el descubrimiento del cuerpo sin vida de Yennely Andreina Duarte Hidalgo, una joven de apenas 18 años. El macabro hallazgo tuvo lugar entre unos matorrales, donde se encontró el cuerpo de la víctima con evidentes signos de violencia.

El certificado del médico legista reveló que el cuerpo presentaba múltiples heridas de arma blanca y contusiones en diversas partes. Ante este desgarrador escenario, la madre de Yennely exigió justicia para su única hija: “Pido justicia por mi única hija, apuñalada de todas maneras”, expresó visiblemente consternada.

Por su parte, el padre de la víctima señaló la brutalidad del crimen: “Tuvo que haber mucho odio y rabia para quitarle la vida a una joven así. Hasta en las plantas de los pies la lastimaron”.

Los familiares de Yennely demandaron que se investigue a una amiga de la fallecida, quien según testimonios, fue la última persona vista con vida junto a la hoy occisa y quien se entregó. Mientras tanto, la Policía Nacional informó que está trabajando arduamente para esclarecer el atroz crimen.

El cuerpo de Yennely fue velado por sus familiares en medio de consternación, dolor e impotencia. La comunidad se unió al dolor de la familia, por tan triste y lamentable perdida.