El primer ministro de Haití, Ariel Henry, ha protagonizado un incidente inusual al no poder ingresar a su país y verse obligado a aterrizar en Puerto Rico en lugar de dirigirse al aeropuerto Internacional de Las Américas, en República Dominicana, como se tenía previsto.
Según el director del Instituto Dominicano De Aviación Civil (IDAC), Héctor Porcella, la nave que transportaba a Henry no ingresó al espacio aéreo de República Dominicana ni intentó aterrizar en el aeropuerto de Santo Domingo.
En lugar de ello, Henry aterrizó en el aeropuerto Luis Muñoz Marín de Puerto Rico, tras haber intentado ingresar a su país desde Estados Unidos, según informes de la agencia CBS.
El historiador Bernardo Vega explicó que la República Dominicana no puede permitir el ingreso de Henry a su territorio, ya que esto podría interpretarse como una acción sesgada debido a tensiones políticas entre ambos países.
Mientras tanto, Henry, quien había viajado a Kenia para ratificar un acuerdo de seguridad, aún no ha regresado a su país. Aunque el Departamento de Estado de los Estados Unidos expresó su deseo de que Henry regrese a Haití, la situación sigue siendo incierta.
Por otro lado, la violencia en la capital de Haití ha provocado que más de 15 mil personas abandonen sus hogares, según un vocero de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). A pesar de las dificultades de seguridad, el Programa Mundial de Alimentos ha logrado entregar ayuda a los afectados.
Situación en Haití
La noche del sábado fue testigo de un dramático episodio en la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe, la mayor prisión de Haití, cuando bandas armadas tomaron el control de las instalaciones, permitiendo la fuga de un número aún indeterminado de reclusos. La embajada de Francia en Haití confirmó la situación, destacando el nivel de violencia que se desató en los alrededores de la cárcel, con intensos intercambios de disparos entre la Policía y los asaltantes.
Las redes sociales sirvieron como plataforma para anunciar el ataque, que fue planeado por las bandas con anterioridad. La toma de la prisión se llevó a cabo por miembros de pandillas fuertemente armadas, luego de horas de preparación y ataques coordinados.
La Penitenciaría Nacional alberga a cientos de presos en condiciones deplorables, incluidos los ciudadanos colombianos implicados en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse en julio de 2021, así como líderes de bandas a la espera de juicio.
Tras este suceso, las preocupaciones se centran en la posibilidad de que el Palacio Nacional sea el próximo objetivo de los grupos armados. Estos grupos han expresado su firme intención de derrocar al gobierno del primer ministro de Haití, Ariel Henry.
Hasta el momento, las autoridades haitianas no han emitido comunicados oficiales sobre la situación, que también ha involucrado ataques a otras instituciones públicas durante la noche. Se especula que estos actos de violencia buscan fortalecer a los grupos antes de la llegada de una misión multinacional de apoyo a la seguridad liderada por Kenia.
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