A un año de la trágica muerte de la adolescente Esmeralda Richiez, sus familiares prefieren guardar silencio sobre su trágico final, en medio de un proceso judicial que se ha vuelto cada vez más tedioso, según el abogado de la familia.

El caso avanza y se encuentra en la etapa de juicio de fondo, con un total de 53 testigos que deben presentar testimonios, de los cuales un puñado son testigos a descargo. La adolescente de 16 años, conocida por su alegría y positividad en las redes sociales, fue encontrada muerta un 13 de febrero en el baño de su habitación.

Los hechos apuntan a que John Kelly Martínez, de 35 años, junto a su primo Rubén Morrillo Martínez y otras tres compañeras de estudio, también menores de edad, acudieron a buscar a Esmeralda a su casa en la provincia La Altagracia para ir supuestamente a una playa, regresando después de las 11 de la noche. El resultado preliminar del Instituto Nacional de Ciencias Forenses indicó que el deceso se debió a un shock hipovolémico, producto de una relación sexual violenta.

Durante este doloroso periodo, los familiares de Esmeralda prefieren no realizar ninguna actividad para evitar enfrentarse nuevamente a su profundo dolor. El abogado de la familia destacó que el proceso judicial se ha vuelto cada vez más complicado y tedioso, lo cual dificulta la búsqueda de justicia para la joven fallecida.

Los familiares de Esmeralda luchando con valentía en medio de un dolor que parece no tener fin, esperando que el proceso judicial pueda arrojar luz sobre lo sucedido y brindarles la paz y justicia que tanto anhelan.

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