La jueza del Segundo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, Ana Lee Florimon, ha hecho una denuncia pública sobre lo que describe como una supuesta persecución en relación con el caso Calamar, en el que está involucrada.

Según las declaraciones de la jueza Florimon, esta persecución ha estado ocurriendo desde que fue asignada para manejar el expediente conocido como Calamar. Durante una audiencia reciente, se hizo evidente cuando un automóvil de color blanco apareció, lo que llevó a la jueza a compartir su preocupación.

Durante la audiencia, la magistrada Florimon expresó su firmeza frente a esta situación: “Siempre les recuerdo que pueden intervenir 10 mil traslados, pueden intervenir 10 mil campañas de descrédito moral, pueden establecer que esta juzgadora tiene relaciones interpersonales, pero la verdad siempre sale a la luz. Y el tiempo es el mejor maestro, eso he aprendido”.

La persecución, según la jueza, no se limita a ella misma, sino que también se ha extendido a su hijo, quien ha notado la presencia constante del automóvil blanco.

Florimon también destacó la difícil situación que enfrentan los jueces y juezas en el ejercicio de sus funciones, indicando que suelen ser víctimas de diversos tipos de presiones y ataques, especialmente cuando están involucrados en casos de importancia pública como el caso Calamar.

La denuncia de la jueza Ana Lee Florimon arroja luz sobre los desafíos enfrentados por los funcionarios judiciales en el cumplimiento de sus deberes, resaltando la importancia de proteger la independencia y la imparcialidad del sistema judicial.