El director nacional de la Defensoría Pública, Rodolfo Valentín, y Pablo Ulloa, defensor del pueblo, han alertado sobre la creciente rentabilidad de delinquir desde las cárceles, debido al presunto apoyo y complicidad de las autoridades carcelarias. Ambos advierten sobre la falta de control, supervisión y una adecuada administración en estos recintos, lo que facilita la actividad delictiva desde el interior de las prisiones.

Valentín señala que en las cárceles donde no hay un control efectivo, es más fácil para los reclusos cometer actos delictivos, demostrando así el poder que han adquirido los delincuentes dentro de estos centros.

Por su parte, Ulloa abordó la crisis carcelaria y la continua actividad delictiva de los reclusos, permitiendo que el crimen organizado tome el control de las cárceles. Destacó la necesidad de reforzar la seguridad y los protocolos, así como de incorporar tecnología para enfrentar esta problemática.

Ambos defensores solicitaron la suspensión inmediata de todo el personal de la cárcel La Victoria, donde se incautaron de equipos tecnológicos, incluyendo parábolas de internet satelital y repetidores de señales. Aunque el director del penal, Roberto Hernández, mencionó que la seguridad interna está siendo investigada debido al desmantelamiento de un centro de llamadas clandestino en La Victoria, los defensores insisten en la necesidad de una investigación exhaustiva.

El director general de prisiones informó que, a pesar de las investigaciones en curso, los agentes penitenciarios continúan trabajando en el penal, mientras que los reclusos afectados han sido trasladados a áreas de reflexión o aislamiento.

La situación en las cárceles dominicanas plantea un desafío importante para las autoridades, que deben tomar medidas urgentes para restaurar el orden y la seguridad en estos establecimientos.

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