La flexibilización de las medidas en la frontera con Haití, que ha sido anunciada por el gobierno dominicano, ha encontrado tanto defensores como opositores.
Los críticos temen, que el gobierno envíe un mensaje equivocado al reabrir la frontera con nuevas reglas que limitan la entrada de inmigrantes y mantiene suspendido el proceso del visado.
En el pequeño Haití, arteria comercial en la que interactúan haitianos y dominicanos; para algunos la reapertura es una señal positiva de hermandad, mientras que otros la ven como evidencia de que el cierre fue un error.
Además, desde la mesa para las migraciones, consideran que el gobierno dominicano actuó con excesiva timidez en la reapertura.
Mientras que, se recuerda que entre las medidas en la frontera que el gobierno dominicano, anuncio, son las siguientes: Activación de fondos para un amplio programa de mecanización agrícola con el fin de reducir la contratación de trabajadores inmigrantes indocumentados, el fortalecimiento de la militarización de la frontera para prevenir el acceso a pandillas haitianas, mantendrán suspendido por tiempo indefinido la emisión de visas a haitianos; prohibición la exportación de productos electrónicos, cementos, varillas y otros materiales de construcción, evitando que se construya estructuras que amenacen los activos medioambientales del territorio dominicano.
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