El viernes pasado, Marruecos fue sacudido por un devastador terremoto que dejó un rastro de muerte y destrucción a su paso. Pero la pesadilla continúa para los habitantes de la región, ya que el domingo se registró una nueva réplica, esta vez con una magnitud de 3.9 en la escala de Richter, que ha mantenido en vilo a toda la población.

Más de 2100 personas han perdido la vida como resultado de este desastre natural, y las autoridades advierten que esta cifra podría seguir aumentando a medida que avanzan las labores de rescate. La situación es crítica en muchos lugares, y miles de marroquíes temen regresar a sus hogares por miedo a nuevas réplicas que puedan provocar el colapso de sus viviendas.

La Organización Mundial de la Salud ha informado que más de 300,000 personas se han visto afectadas por este devastador terremoto, lo que subraya la magnitud de la tragedia que azota a Marruecos en estos momentos. La solidaridad y la ayuda humanitaria son urgentes para hacer frente a esta crisis sin precedentes.