En medio de una tragedia desgarradora, Rafael Navarro, el esposo de la migrante fallecida, comparte su angustia y preocupación por el destino de sus hijos. Navarro es un hombre quebrado, un padre desesperado. “No entiendo cómo están pasando los niños, ellos solitos”, expresó con la voz quebrada por la pena.
Lian Matthew, de cuatro años, y James, de seis, ahora se encuentran bajo custodia de inmigración en Harley, Texas. Llegaron llenos de ilusiones a Estados Unidos el pasado domingo por la noche, entregándose a las autoridades migratorias junto a su madre. Sin embargo, lo que esperaban que fuera el inicio de una nueva vida se convirtió en una pesadilla.
Navarro revela con pesar que tanto los niños como su esposa habían padecido de COVID-19 en el arduo camino hacia Estados Unidos. Su esposa, Angie, en algún momento le habló de un dolor en el pecho, pero aparentemente se veía fuerte.
Las autoridades de inmigración tienen una versión diferente de los eventos. Afirman que Angie estuvo bajo custodia menos de 20 horas antes de sufrir una emergencia médica. Recibió atención médica local y luego fue trasladada al hospital, donde lamentablemente fue pronunciada muerta.
La noticia de la muerte de Angie llegó a la familia a través de dos policías y dos agentes de inmigración que tocaron la puerta de Jazmín Andrade, su prima. “Ya les preguntaba, ¿y cómo? ¿Por qué? Si me podían dar información”, lamenta Jazmín, quien recibió respuestas insatisfactorias.