El conflicto entre la República Dominicana y Haití continúa intensificándose, y a menos de 24 horas del plazo establecido por el gobierno dominicano, la tensión en la frontera está en su punto máximo. La causa principal de esta disputa es la construcción de un canal en el río Dajabón, que busca desviar una parte de sus aguas hacia Haití.

En medio de esta crisis, el periódico haitiano, In Novilite, ha dado voz a declaraciones del agrónomo haitiano Jean André Víctor, quien afirma que Haití tiene derechos legales sobre el río Dajabón. Sin embargo, este reclamo plantea preguntas fundamentales sobre la interpretación y la aplicación de los acuerdos fronterizos y los tratados internacionales que rigen el uso de aguas compartidas en la región.

Por su parte, la respuesta del gobierno dominicano ha sido exigir la detención de esta construcción y el inicio de un diálogo entre ambas naciones para abordar esta cuestión de manera técnica y consensuada.

Sin embargo, la falta de una entidad en Haití que controle y regule el uso de sus recursos hídricos complica aún más la situación.

Además, las tensiones entre ambos países no son nuevas y han persistido durante décadas. La respuesta de Estados Unidos, emitiendo una alerta para que sus ciudadanos abandonen Haití, subraya la gravedad de la situación y la preocupación internacional.

El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, se enfrenta a un desafío complejo, ya que las soluciones posibles tienen costos significativos tanto económicos como políticos. Cerrar la frontera total o restringir el comercio con Haití tendría consecuencias negativas para ambas naciones.

En este contexto, la comunidad internacional estará observando de cerca el discurso del presidente Abinader en la próxima Asamblea de la ONU, donde se espera que aborde este tema crucial y busque apoyo para resolver esta crisis de manera pacífica y en beneficio de ambas naciones.