Se ha descubierto que algunos consumidores de marihuana podrían enfrentar niveles elevados de plomo y cadmio en su sangre y orina, lo que conlleva posibles problemas de salud a largo plazo, según los resultados de un estudio reciente.

Este análisis revela que aquellas personas que habían consumido marihuana en los 30 días previos a la prueba presentaron un 27% más de plomo y un 22% más de cadmio en su sangre en comparación con quienes no habían utilizado marihuana ni tabaco. Los resultados obtenidos en las muestras de orina mostraron patrones similares.

La Organización Mundial de la Salud ha clasificado al cadmio como un carcinógeno humano, y la exposición a niveles bajos de esta sustancia, similar al humo del tabaco, se ha asociado con problemas renales y fragilidad ósea.

Además, la exposición crónica al plomo en adultos aumenta significativamente el riesgo de hipertensión arterial, complicaciones cardíacas y daño renal.

 

Cómo los metales tóxicos llegan a la marihuana y sus efectos duraderos en la salud

 

Pero ¿cómo se produce esta contaminación en la planta de cannabis? Los investigadores explican que los metales, como el plomo y el cadmio, son absorbidos por el suelo y luego se transportan a través del tallo de la planta, depositándose en las hojas y flores que finalmente son consumidas por las personas. Lo más inquietante es que tanto el plomo como el cadmio pueden permanecer en el cuerpo durante años después de haber sido consumidos.

A pesar de que la marihuana es legal en muchas partes del país, los expertos advierten que es esencial que los consumidores adquieran sus productos en dispensarios legales que estén sujetos a las regulaciones específicas de cada estado.

Esta precaución es crucial para evitar la exposición a niveles peligrosos de plomo y cadmio, y así proteger la salud a largo plazo de aquellos que optan por el uso de la marihuana con fines recreativos o medicinales.