El Ministro de Salud Pública de la República Dominicana, Daniel Rivera, ha desmentido la presencia de la droga fentanilo en el país. En un comunicado oficial, el funcionario descartó categóricamente los rumores sobre la circulación de esta peligrosa sustancia. Aunque reconoció que el fentanilo se utiliza con propósitos médicos, dejó en claro que no se ha encontrado evidencia de su fabricación ilegal ni de su presencia en las calles dominicanas.

Es importante destacar que el fentanilo, un potente analgésico, se utiliza como anestésico en entornos médicos controlados. Sin embargo, el Ministro enfatizó que no se emplea de forma oral ni ambulatoria, ya que sus efectos pueden ser extremadamente peligrosos.

Entre los síntomas asociados se encuentran la euforia extrema, la confusión, la pérdida de conciencia y la sedación. Es por ello que el uso inadecuado de esta sustancia puede ser altamente perjudicial para la salud.

En cuanto a la situación actual en República Dominicana, el Ministro señaló que el principal problema de drogas en el país está relacionado con el consumo de cocaína.

La droga zombie

Es un término utilizado para describir una variedad de sustancias psicoactivas, principalmente sales de baño sintéticas, que pueden tener efectos extremadamente peligrosos y perturbadores en quienes las consumen. Estas drogas reciben su nombre debido a los comportamientos violentos, erráticos y aparentemente sin control que pueden provocar en los usuarios, a menudo comparados con el estereotipo de un “zombi”.

La composición exacta de la droga zombie puede variar, pero a menudo contienen estimulantes poderosos y sustancias psicodélicas. Estas sustancias pueden alterar drásticamente el estado de ánimo, la percepción y la conducta de la persona que las consume. Los efectos secundarios comunes incluyen agresividad extrema, paranoia, alucinaciones, aumento de la temperatura corporal, convulsiones, daño renal y cardíaco, y en algunos casos, incluso la muerte.

Es importante destacar que el término “droga zombie” no se refiere a una sustancia específica, sino más bien a un conjunto de drogas con efectos similares y peligrosos. Estas sustancias son ilegales en la mayoría de los países y su consumo conlleva riesgos graves para la salud y el bienestar de los individuos.

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