La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi que llegó el martes a Taiwán, ya la enfureció en el pasado con una pancarta en la Plaza de Tiananmen de Pekín o reuniéndose con el dalái lama.
Pelosi, la congresista con más poder del país, avivó la tensión en las relaciones entre Estados Unidos y China.
Viajando a Taiwán que el gobierno chino considera una provincia rebelde.
A sus 82 años, Pelosi, la segunda en la línea de sucesión a la presidencia de Estados Unidos, se convierte así en la congresista de mayor rango en visitar la isla en 25 años.
A lo largo de su carrera no ha perdido ocasión para increpar a Pekín.
Por lo que considera un pésimo historial en materia de derechos humanos y democracia.
Cuando era una joven congresista denunció una y otra vez la represión de Tiananmen del 4 de junio de 1989.
Esto contra los manifestantes prodemocracia en Pekín.
Lo tachó de «masacre» y acusó a los servicios de seguridad chinos de llevar a cabo «ejecuciones secretas».
«Los derechos humanos de los habitantes de China no son un asunto interno», declaró.
Critica a dirigentes chinos
Desde entonces, Pelosi ha criticado a los dirigentes chinos y se ha reunido con disidentes políticos y religiosos, además de con el dalái lama.
También calificó de «genocidio» el trato a las minorías musulmanas de la región de Xinjiang.
Dos años después de la represión de Tiananmen, visitó China con otros dos miembros del Congreso por invitación oficial.
Pero enfadó a sus anfitriones visitando la famosa plaza y colocando flores en un monumento a los mártires con una pancarta en la que se leía:
«A quienes murieron por la democracia en China».
Después de que la policía china detuviera brevemente a los congresistas estadounidenses, declaró a la prensa:
«Llevan dos días diciéndonos que hay libertad de expresión en China. Esto no se ajusta a lo que nos dijeron».
Ver también: Lo Que Causaría Visita De Pelosi A Taiwán