El fenómeno de “efecto de imitación” o copycat comenzó a conocerse a raíz del auge que tuvieron determinadas obras cinematográficas que trataban este asunto. Entre ellas destaca la película Copycat, de 1995, protagonizada por la actriz Sigourney Weaver. Esta narra la historia de una experta en psicología criminal y asesinos en serie, quien es atacada por un asesino llamado Daryll Lee Cullum. Esto provoca en la protagonista un miedo a salir de casa (agorafobia), por lo que queda recluida. Durante este período sucede una serie de asesinatos y ella se da cuenta de que el homicida está imitando a otros asesinos anteriores.