La sangrienta matanza en la escuela primaria de Texas, no solo deja el trauma a los que perdieron a un ser querido.
Si no también a los que lograron sobrevivir esta aterradora pesadilla.
Detrás de la pared y tranquilidad de Uvalde.
Está el trauma de los recuerdos de la masacre en la escuela en Texas.
Los niños que sobrevivieron viven todos los días con el trauma de lo que vieron y escucharon.
Cesar vive con la preocupación de su hijo, quien no puede dormir bien y recuerda con terror lo que vivió.
En los testimonios de los pequeños sobrevivientes hay un patrón de síntomas.
Como reacción al fuerte sonido, dificultad para dormir y temor a lugares públicos.
Los padres de familia de Uvalde, dicen que los niños no quieren regresar a la escuela.
Algo con lo que tendrán que lidiar las autoridades.
Los especialistas dicen que los padres deben de estar atentos al estrés postraumático.
O el llamado trastorno de duelo prolongado.
Pasan los días y el luto y el dolor no acaban en esta ciudad.
En donde la tragedia jamás será olvidada.
Antecedentes
En Uvalde, un municipio de Texas, ocurrió la peor masacre en casi una década en una escuela primaria de EE. UU.
Hasta el martes al mediodía, esta localidad a más de 130 kilómetros de San Antonio, en Texas, era apenas conocida.
Ahora es el escenario de la peor masacre ocurrida en una escuela de Estados Unidos en casi una década.
El atacante,fue identificado como Salvador Ramos, un joven estadounidense.
Ramos resultó abatido por la policía.
Luego de que matara a dos maestras y 19 niños, de entre 7 y 10 años de edad.
El tirador compró dos rifles de asalto el día que cumplió 18 años.
El trauma extenso que dejan los tiroteos en las escuelas puede ser demasiado abrumador.
Para que los sobrevivientes piensen siquiera en regresar a clases.
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