La matanza racista de diez afroestadounidenses el sábado en Buffalo (noreste), en un fin de semana fuertemente sacudido por la violencia, impacta al país donde voces demócratas piden una armonización de las legislaciones de los estados para adquirir armas.

El presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, tiene previsto visitar este martes Buffalo, la segunda ciudad más poblada del estado de Nueva York, en la frontera con Canadá, donde el joven de 18 años Payton S. Gendron perpetró una de las peores matanzas racistas de los últimos años.

Detenido tras amenazar con suicidarse, el joven había evocado la “posibilidad de ir a otro gran comercio” y proseguir su locura asesina, declaró este lunes a la CNN el comisario de la policía local Joseph A. Gramaglia.