Una niña de cuatro años murió en el Hospital de Niños Robert Reid Cabral después de esperar cuatro meses para obtener medicamentos costosos que sus padres no podían pagar o que el sistema de atención médica no podía proporcionar.

La menor, conocida como Yerileiny Méndez Feliz, falleció por falta de un fármaco llamado Antitimocito Timoglobulina. “No pude darle el tratamiento completo que se merece, necesitaba un trasplante de médula ósea y no puede, porque no tengo los medios”, dijo Orlando Félix, el padre de la menor.

El padre señaló que el costo del implante fue de dos millones de pesos y el medicamento que tenían que comprar rondaba los doscientos mil mensuales. Los familiares pidieron al gobierno que ayudara a las personas de bajos recursos.