La guerra es el principal factor desestabilizador del mercado de alimentos. Hay 36 países que se encuentran en situación de crisis alimentaria que dependen de Rusia y de Ucrania para más del 10% de su suministro, con Egipto y Libia a la cabeza, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). De los dos países en guerra sale el 30% de la producción mundial de cereales, el 20% del maíz y el 75% del girasol.

La FAO espera impactos potenciales en la seguridad alimentaria en países que dependen en gran medida de las importaciones de productos básicos agrícolas, fertilizantes y energía, especialmente de Ucrania y Rusia. El índice de precios de los alimentos de la FAO muestra cómo los precios de cereales se encuentran en niveles récord.