En medio de la madrugada, la pareja entro desesperada en busca de ayuda, sin perder tiempo la enfermera toma la criatura en sus brazos y comienza a brindarle los primeros auxilios, al principio el esfuerzo parecía inútil, pues el bebé de tan solo 17 días de nacido no reaccionaba, pero la experimentada profesional no se dio por vencida y continuo practicando sin descanso las maniobras de resucitación hasta que finalmente por obra de un milagro logro que el pequeño volviera a respirar.

Todos se preguntan como pudo actuar con tanta tranquilidad en una circunstancia tan estresante.