“Todavía estamos esperando, como hemos esperado toda la vida, que los precios de los documentos consulares sean sinterizados, rebajados, porque la comunidad dominicana es muy laboriosa, no nos ganamos el dinero fácil”. Quien habla, con cierta desilusión, es Mónica Zapata, dominicana residente en Nueva York, Estados Unidos.

Además de pertenecer a “Acción Rápida RD”, un movimiento que busca defender los derechos de la diáspora dominicana en Estados Unidos, Mónica forma parte de los más de 800,000 criollos que viven en la Gran Manzana, que por años han pegado “el grito al cielo” por los altos precios a los que deben hacerle frente para acceder a servicios consulares dominicanos.

En su desilusión está la confesión de que sus reclamos han sido en vano, pues considera que “el consulado es sordo y mudo”.