La influencia que ejercen los padres sobre los hijos es esencial. Lo que enseñan a sus hijos puede cambiar su futuro, condicionar las decisiones que tomen y la vida que decidan llevar. La mirada que tengan sobre el mundo que les rodea, en un alto porcentaje, tendrá relación con lo que recibieron y aprendieron en su primera infancia.

La preparación que se recibe durante los primeros años en el hogar y durante los años subsiguientes en la escuela, es fundamental para el éxito en la vida. En tal educación es esencial el desarrollo de la mente y la formación del carácter.