El primer ministro de Haití, Ariel Henry, condenó a las pandillas y secuestros en un discurso difundido el viernes en el que también aseguró a los haitianos que el país no se quedaba sin combustible a pesar de la severa escasez que ha frustrado a millones de personas y provocado huelgas recientes.

Es la primera vez que Henry reconoció esos problemas en un discurso público desde el secuestro del 16 de octubre de 17 miembros de un grupo misionero basado en Estados Unidos. Los 16 estadounidenses, un canadiense y su conductor haitiano fueron secuestrados durante un aumento de secuestros por parte de grupos delictivos que la policía batalla para controlar.