China permitirá ahora a los padres de familia tener tres hijos, en un intento por evitar una “crisis” demográfica que le prive de sus metas de crecimiento económico e influencia geopolítica.

La legislatura nacional, de corte básicamente ceremonial, enmendó la Ley de Planificación Familiar como parte de un intento de varias décadas del Partido Comunista de decidir el tamaño de las familias de la nación, acorde con sus lineamientos políticos. La reforma se aplicó apenas seis años después de la reforma anterior.

Desde la década de 1980, China solo permitió a las familias tener un hijo o de lo contrario sufrirían amenazas de multas o pérdida del empleo.