A la crisis política y de inseguridad que zarandea a Haití, y abrumado en exceso por los grupos armados ilegales, ahora se agrega una crisis de suministro de combustible que lo tiene al borde de una parálisis total.

Los centros sanitarios podrían cerrar sus puertas a personas que buscan cura a sus dolencias de salud.

La situación en ese país vecino es tan delicada que dos de los pocos hospitales que funcionan en Haití, el Nos Petits Frères et Sœurs (NPFS) y la Fundación St Luc (FSL)”, advirtieron de que están a punto de cerrar sus puertas a los pacientes, esto porque agotan el combustible para operar las plantas eléctricas de emergencia.