El miércoles 7 de julio, el presidente de Haití, Jovenel Moïse, de 53 años, fue asesinado a tiros cuando un grupo de sujetos armados irrumpió en su residencia privada durante la madrugada. Un mes después del ataque que sumió al país en una nueva crisis política y social todavía hay muchas preguntas, pocas respuestas y una investigación judicial que no avanza.

Ha pasado más de un mes desde que el presidente de Haití fue asesinado en su residencia privada en la capital haitiana Puerto Príncipe, pero los habitantes del país y la comunidad internacional siguen sin saber quién ordenó el asesinato. 

Hasta el momento, la policía haitiana ha detenido a decenas de personas, entre ellas 26 colombianos, varios agentes de la seguridad presidencial y un empresario haitiano radicado en Florida.