La aceleración de los contagios del coronavirus en Haití, que ha preocupado a la Organización Panamericana de la Salud, no genera mayor temor entre la población haitiana que cruzan a diario la frontera para hacer compras en Dajabón y que, por creencias religiosas, aseguran que no se vacunarán y se mantendrán inmunes con infusiones u otros brebajes.

Algunos haitianos que ya residen en República Dominicana advierten incluso que si los obligan a vacunarse, prefieren regresar a Haití.