Dar prioridad a la salud mental LGBTQ es importante. Según la Alianza Nacional para la Salud Mental, las personas LGBTQ corren un riesgo casi tres veces mayor de padecer trastornos de salud mental como ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático.

Y en su juventud, las personas lesbianas, gays y bisexuales tienen casi el doble de probabilidades que sus compañeros heterosexuales de consumir drogas y alcohol. Y lo que es aún más terrible, las personas LGBTQ de 10 a 24 años intentan suicidarse cuatro veces más que sus compañeros no LGBTQ, con tasas igualmente altas entre los jóvenes transgéneros.

Para muchos de los miembros de la comunidad LGBTQ, estas elevadas tasas de trastornos de salud mental, abuso de sustancias y alcohol e intentos de suicidio son algo más que simples estadísticas: son la realidad de una vida en la que se sufre discriminación y abuso.