Es uno de los estudios psicológicos más famosos de la historia y se ha contado tantas veces que algunos ya lo consideran un mito.

Quizás te suene: un profesor universitario de psicología recluta a un grupo de estudiantes y les pide que imaginen que están en una cárcel. Nombra a algunos guardias y a otros prisioneros.

En pocos días, los “carceleros” se tornan tan sádicos y abusan de tal forma de sus “presos” que el experimento debe ser suspendido.

Pasó de verdad, en 1971, y no en cualquier lado: en una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos: Stanford, en California.