El duelo emocional es un proceso de adaptación que nos permite restablecer el equilibrio personal que ha quedado alterado por una pérdida. Las consecuencias emocionales están directamente relacionadas con la persona o personas que hemos perdido y también con el modo en el que se ha producido la pérdida: el tiempo de relación, la intensidad y las circunstancias de esa relación, lo imprevisto de la pérdida, pero siempre supone un gran dolor, tristeza, desestructuración y desorganización.

A pesar del sufrimiento que causa, el duelo emocional es un proceso necesario y ayuda a adaptarse a la pérdida, prepara para vivir sin la presencia física de esa persona o personas, y es fundamental, para conducir correctamente el vínculo afectivo de forma que sea compatible con la realidad presente.