La reciente firma del Pacto Eléctrico en República Dominicana ha generado intensos debates sobre el cambio de postura del Partido Revolucionario Moderno (PRM), que se opuso rotundamente al acuerdo en 2019 mientras estaba en la oposición. Ahora, siendo el partido en el poder, el PRM ha impulsado el pacto que anteriormente rechazó, lo que ha suscitado acusaciones de hipocresía y manipulación política.

En el contexto de la discusión, críticos destacan que el PRM justificó su rechazo en 2019 argumentando que el pacto no incluía medidas integrales ni soluciones reales para el sector eléctrico. Sin embargo, con el control del gobierno y del Congreso, su posición ha cambiado, afirmando que ahora tienen la capacidad de ajustar y mejorar los aspectos que previamente cuestionaron.

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que originalmente promovió el pacto, ha aprovechado la ocasión para destacar su visión democrática y señalar las contradicciones del PRM. Según voceros del PLD, la postura inicial del PRM no buscaba mejorar el acuerdo, sino generar oposición política, lo que califican como un intento de ganar popularidad manipulando al electorado.

“El sector eléctrico ha sido descalabrado por malas decisiones históricas, pero los acuerdos deben estar orientados al desarrollo real del país. Si el PRM tenía la popularidad y el poder, ¿por qué no utilizó su influencia para proponer soluciones más efectivas desde el principio?”, cuestionaron analistas durante la discusión.

El pacto firmado busca abordar problemas crónicos del sector eléctrico, como la deuda acumulada y la ineficiencia en la generación y distribución de energía. Sin embargo, los críticos consideran que los cambios estructurales prometidos aún están lejos de ser una realidad y que el pacto, en su forma actual, representa una oportunidad perdida para resolver problemas de fondo.

La polémica sobre la firma del Pacto Eléctrico pone en evidencia las tensiones entre las fuerzas políticas dominicanas y plantea interrogantes sobre el verdadero compromiso de los actores involucrados con el desarrollo del sector energético. La ciudadanía, mientras tanto, espera que las promesas se traduzcan en soluciones concretas y sostenibles.