En el primer gobierno del PLD (1996-2000) no faltaron los escándalos de corrupción. Al concluir el gobierno, algunos funcionarios fueron apresados, pero Hipólito Mejía declaró que los presidentes no se tocaban (su versión de borrón y cuenta nueva).

Al pasar el tiempo comenzaron a aflorar los escándalos de corrupción de funcionarios de Mejía, pero el hoyo de Baninter se llevó el gobierno perredeísta. El PLD aplicó borrón y cuenta nueva.

Durante los siguientes ocho años de Leonel Fernández (2004-2012) afloraron también los escándalos de corrupción, algunos connotados fueron la Sun Land y los Súper Tucanos. Pocos pasaron por la justicia.