“No tengo nada que decir, no tengo nade que decir”, fueron las declaraciones reiteradas de la expresidenta de la Cámara de Diputados, Lucía Medina, a su salida de la Procuraduría General de la República, luego de más de tres horas de interrogatorio, donde fue requerida para que explique bienes expuestos en su declaración jurada.
Medina acompañada de su asistente y de sus abogados, a la salida del edificio que también aloja a la Suprema Corte de Justicia, dijo que durante el interrogatorio que se le practicó se le dio un trato amable, pero no dijo si volvería a ser requerida por el ministerio público.