Ver el primer debate electoral entre Donald Trump y Joe Biden resultó ser más doloroso que un dolor de muela. El espectáculo fue realmente bochornoso. En cuestión de segundos, todo se convirtió en un verdadero caos. ¡Patético! Vimos a un Trump más violento y grosero que nunca y a un Biden mucho más presidencial, pero perdiendo la paciencia en varias oportunidades.

El moderador, por supuesto, hizo lo que puedo. Pero, obviamente, no fue suficiente. El asunto se volvió feo y personal. “Payaso”, “mentiroso”, “¿Por qué no te callas, hombre?”. “No hay nada listo en ti, Joe”.