Los profesionales de un hospital dieron por muerto a un bebé prematuro que, tras pasar seis horas en un refrigerador y llegar a la funeraria, resultó seguir vivo. 

El suceso ocurría este miércoles en México, concretamente en Puebla, una ciudad del centro del país. Según cuentan medios locales, el bebé prematuro fue declarado por muerto por los médicos del hospital donde estaba ingresado, y fue el padre quien se dio cuenta de que su hijo seguía con vida cuando acudió a la funeraria a llevarse el cuerpo.