En efecto, los antecedentes del referido contrato inaceptable se remontan al año 2001, cuando el Gobierno dominicano y la Placer Dome suscribieron un contrato minero para la explotación de 25 millones de onzas de oro de la mina de Pueblo Viejo, Cotuí, el cual establecía que esta minera invertiría US$300 millones en una nueva planta de proceso metalúrgico. Ese contrato original le garantizaba al Estado dominicano cerca del 50% de los beneficios.