Si ya se muere de frío cuando las temperaturas caen por debajo de los 10 grados centígrados (y no bajo cero), es poco probable que sea capaz de imaginarse cómo algunos pueden vivir en condiciones normales cuando los termómetros marcan 50 grados bajo cero. En Siberia estas temperaturas no son nada del otro mundo y sus residentes no solo consiguen adaptarse al clima severo, sino que incluso se lo toman con humor.

Este residente de la ciudad rusa de Yakutsk decidió mostrar cuán fríos son exactamente los 50 bajo cero, y para eso salió a la calle con un bol de fideos instantáneos recién hechos y un tenedor.

Si bien en los primeros segundos se ve cómo se evapora el agua hirviendo, un par de minutos después el experimento pasa a otro nivel: el tenedor con los fideos envueltos alrededor se congela ‘levitando’ a unos diez centímetros de la masa de fideos principal. Pero la vida sigue, incluso con los fideos congelados.