Aunque suene insólito, un mono fue clave para que los militares localizaran el paradero de Joaquín “El Chapo” Guzmán. La mascota, un pequeño primate regalado por el narcotraficante a sus hijas gemelas, fue olvidada durante una mudanza a Sinaloa. Sin embargo, por insistencia de las niñas, el animal fue rescatado y trasladado en un vehículo de lujo hasta el refugio secreto donde se encontraba la familia.

El despliegue no pasó desapercibido para los cuerpos de inteligencia, que venían rastreando movimientos inusuales en la zona. La ubicación del mono, aparentemente irrelevante, terminó delatando el escondite del capo más buscado del mundo en ese momento. Fue así como una simple entrega de mascota se convirtió en la pista definitiva para rodear la propiedad y lanzar el operativo final.

Este giro inesperado ha sido confirmado por fuentes de seguridad, quienes destacaron la ironía del caso: una operación multimillonaria fue resuelta gracias a un animal exótico y el amor de dos niñas por su singular compañero de juegos.